El día de San Valentín es un día para plantearte si sigues enamorado cómo el primer día. O ya no lo estás. Y si te falta el amor se nota. Antes era normal que no tuviera ganas ni ilusión de celebrarlo. Y para no celebrarlo, mi ex-marido decía que él quería regalarme algo cuándo a él le iba bien de hacerlo y no por obligación. Y ya no esperaba nada por San Valentín, porque creía o esperaba que durante el año ya tendríamos tiempo de pensar en hacer algo romántico. Y a lo más romántico que llegó era…pues ahora no sabría decir..¡Porque no pasó nunca nada romántico! Siempre tenía alguna excusa. Ni regalarme flores, ni hacer una escapada romántica, ni ir a cenar los dos solos. La única cena romántica que yo me acuerdo, era cuándo éramos novios en un verano. Y me invitó a una cena que no merece ni serlo de romántica. Si no fuera porque me regaló un reloj. Y el día de San Valentín como yo soy muy romántica, era yo siempre quién tenía el detalle de prepararle una cena especial. Y le hacía un pastel en forma de corazón. Y él seguía pensando que éste día no significaba nada. El romanticismo sólo era para él una tontería. Y por tanto, no había nada que celebrar. En cambio, yo prefería pensar que si. Que es mejor que haya un día especial para celebrar el amor. Si es que sigue habiendo amor.Y además lo esperas con más ilusión. Como sucede cuándo és tu cumpleaños. En cambio, ése día sí que siempre me regalaba algo.Y yo también. Además, el suyo era antes que el mío. Y últimamente ya no me hacía ningún regalo. Y yo se lo regalaba igualmente, en cambio, él me decía que me lo comprara yo misma. Hasta que por fin que ya me quité la venda de los ojos, y me di cuenta de que ya no le hacía ilusión nada. Y, pensé si no me quiere hacer ningún regalo, pues yo tampoco. Y resultó que no se lo tomó nada bien. Al contrario,tan mal, que mira cómo hemos acabado. Me di cuenta de que nunca pensaba en mí. Ahora todo ha cambiado y por todo hay una primera vez y llegará el día de volver a enamorarme y de celebrar San Valentín.